viernes, 27 de febrero de 2009

Soy un afortunado, tengo los amigos que siempre quise tener

Como ya es costumbre, transcribimos algunos párrafos. "... La amistad debe nacer en la juventud o en la infancia. Nuestros amigos son aquellos que aprenden junto a nosotros o, mejor todavía, los que viven aventuras a nuestro lado. Y por lo general, la gente aprende y vive aventuras en la juventud. Después casi todo el mundo consigue algún empleo en casas de comercio y ya resulta imposible adquirir conocimientos nuevos o pelearse con una patota.

"...A los once o doce años, uno empieza a hartarse de la familia y encuentra que los muchachos de la esquina son mucho mas divertidos que el tío Jorge. Durante mas o menos una década nadie estará mas cerca de nuestro corazón que esos muchachos. Y si uno quiere aprovisionarse de amigos, debe hacerlo en ese período. Después será demasiado tarde..."

Sucede que en cierto momento de la vida uno descubre que esta rodeado de extraños: compañeros de trabajo, clientes, acreedores, vecinos y cuñados. Los amigos de verdad están lejos, probablemente encerrados en círculos parecidos.

Algunos empecinados insisten en cultivar amistades nuevas. Los matrimonios maduros se visitan mutuamente y desarrollan pálidas parodias de la amistad verdadera: se cuentan una y otra vez episodios antiguos, vividos con los amigos viejos, que ya no están.

Cuando uno es joven no cuenta historias a sus amigos las vive con ellos.

Fuente: Alejandro Dolina

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